¿Predijo Antonio Machado su propia muerte?

Hace unas semanas, compré a la entrada del Metro de Ciudad Universitaria un libro, más concretamente una recopilación de los mejores poemas de Antonio Machado. Me gustó tanto, que cuando pusieron otro puesto de libros días después y divisé la biografía del poeta, la compré. Si ya me gustaron sus versos, la historia detrás de ellos me gustó más, así que decidí empezar a escribir un artículo sobre uno de ellos, Retrato, debido a que este febrero se cumplen 83 años de la muerte de Machado. Y es con la muerte que el final de este poema tiene relación:

 

 

Cuando llegue el día del último viaje,

y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,

me encontraréis a bordo ligero de equipaje,

casi desnudo, como los hijos de la mar.

 

Lo primero es conocer el contexto. Retrato, estaba incluido en el libro Campos de Castilla. En el momento en el que fue publicado, Antonio no estaba pasando por una buena situación. En 1907, se había mudado a Soria, para trabajar como profesor de francés en el instituto del pueblo, se había casado con una joven, Leonor Izquierdo, en 1909, y en su primer viaje, la pareja marchó a París. Además, hay que aclarar que Antonio, pocos meses antes de este viaje, había dejado en imprenta los manuscritos originales del libro, a expensas de que este iniciara su publicación.

Sin embargo, Leonor enfermó de tuberculosis durante este viaje, y Antonio vio conveniente el volver a Soria antes de lo planeado, en 1911.

La situación de su amada empeoraba, y sus posibilidades de sobrevivir a tal enfermedad disminuían cada vez más. La desesperación de Antonio era tal, que incluso solía usar los mismos pañuelos que ella, para intentar contraer la enfermedad, y morir junto a ella.

A la vez que se distribuían las primeras ediciones de Campos de Castilla, Leonor moriría, iniciando así una mala época para la vida del poeta, cuya vida parecía ir poco a poco en declive, desde ese verano de 1912.

 

Retrato es un poema que nos habla de la vida de Machado. Nos cuenta cómo nació en Sevilla, cómo pasó en Castilla 20 años de su vida (En esa época, Madrid era parte de Castilla la Vieja), como no ha destacado en el amor, su torpe aliño indumentario, sus orígenes jacobinos… En resumen, y como bien decía Antonio, es en el buen sentido de la palabra bueno. A la fecha de la publicación del libro, el poeta tenía solo 34 años, y lo sorprendente es cómo, casi con precisión metafórica, nos habla de su muerte, al menos 27 años antes de que esta tenga lugar.

Durante la Guerra Civil, Antonio acompañó, colaboró y apoyó al gobierno de la República y criticó con dureza el golpe de estado encabezado ya en 1938 por el General Francisco Franco. A su lado durante todo este periplo, estará su madre, que acompañará al poeta hasta Febrero de 1939, mes en el que tanto Antonio, como Ana, morirán. Y es un mes antes, el 22 de enero, cuando Antonio empieza a vivir lo que años atrás escribió en papel.

 

Cuando llegue el día del último viaje.

Así es como empieza la última estrofa de Retrato, y cómo empezará el final de Machado. Ciertamente, en enero de 1939, Antonio hizo su último viaje, cruzando la frontera del norte de España al sur de Francia, por los Pirineos, junto con su madre, y su hermano José.

 

Y esté al partir la nave que nunca ha de tornar.

También acierta de lleno. Tanto ellos como otros intelectuales, subirán en un camión por las carreteras de aquellas montañas, sabiendo que nunca iban a volver a España, ni el camión, ni ellos.

 

Me encontraréis a bordo ligero de equipaje

Cuando este camión está cruzando la frontera, se topa con una imagen desoladora, un atasco. Un atasco no de coches, sino de personas. Miles y miles de personas se agolpan en unas carreteras angostas, rodeadas de coches sin carburantes, de familias enteras con sus animales, y muchas maletas tiradas en las cunetas de estos caminos. El tiempo no ayuda, una fuerte lluvia. Los intelectuales, deberán bajar del camión, e ir andando, como las miles de personas, hasta la frontera. Para evitar llevar mucho peso, Antonio se verá obligado a dejar su maleta junto a todas las demás, y llevará a su madre en brazos, bajo esta lluvia torrencial.

 

Casi desnudo, como los hijos de la mar

Antonio morirá en el pueblo de Collioure, en Francia, debido a las duras condiciones a las que se expusieron él, su madre, su hermano, y miles de españoles intentando escapar de las consecuencias que traería para ellos ser partidarios del gobierno de la república.

Respondiendo a la pregunta del inicio, Antonio no predijo su muerte. Se aproximó demasiado a lo que ocurrió en la vida real, de una forma que asusta. Pero tenemos que tener en cuenta, que en 1912, no existía la segunda República. La España de la época no era del todo tranquila, pero nadie, incluido Antonio se esperaba que por apoyar a un bando durante una futura guerra civil se vería obligado a exiliarse. Todo fue una serie de catastróficas desdichas, que terminaron de la manera en la que terminaron, con un maestro, y enamorado poeta, muriendo lejos de su Sevilla natal.

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